Nuestro Colegio
Escuela Agustiniana

image2 (1)Nuestra acción docente y educativa se inspira en una propuesta coherente de valores y expresa una vivencia de actitudes: que nuestros alumnos no sólo aprendan a pensar y a hacer, sino también a ser y a compartir.

La familia agustiniana tiene como emblema un corazón y un libro. Ambos elementos constituyen también el símbolo gráfico de la pedagogía inspirada en el pensamiento de san Agustín. Después de siglos de monopolio de la razón   es urgente la reconciliación con el mundo de los sentimientos.  Aprender a ser  y a compartir o –formulado de otro modo–, enseñar a pensar y a amar, se presenta como una síntesis genial de la educación agustiniana. El libro y el corazón integrados en una misma imagen. La noble posibilidad del  pensamiento y el ejercicio humano del amor consciente. El amor inteligente, la verdad que hace relación al amor  y el amor que hace relación al corazón.

Aprender a ser y aprender a compartir es tanto como señalar las dos metas de la pedagogía agustiniana a las que se llega por el camino de una educación en valores. Seleccionamos así, un cuadro concreto de valores agustinianos:

  • Educar en la INTERIORIDAD, la VERDAD y la LIBERTAD RESPONSABLE  para  aprender  a ser.

  • Educar   en   la   AMISTAD,   la   COMUNIDAD,   la   JUSTICIA   y  la SOLIDARIDAD, para aprender a  amar y compartir.

  • Frente a la vida vivida en la superficialidad y el pensamiento débil, la escuela agustiniana pretende cultivar las dimensiones humanas más profundas, articulando razón y fe en el camino siempre fatigoso de  la  búsqueda de la verdad. “Retorna a tu interior y apártate de todo bullicio. Vuelve la vista hacia tu interior, donde no hay alboroto ni altercados, donde tienes un retiro tranquilo para tu conciencia… Atiende con calma y serenidad a la verdad para que la entiendas”50.

Criterios pedagógicos

 

  • Estimular una pedagogía activa, donde el alumno se sienta y sea el protagonista de su aprendizaje, favoreciendo su iniciativa y creatividad. Necesita conocerse, aceptarse, superarse, adquirir la sabiduría de vivir. “El ser humano suele tener en gran estima el conocimiento de las cosas; pero son sin duda más sabios los que anteponen a esos conocimientos el conocimiento de sí mismos”51.

  • Favorecer el diálogo respetuoso, libre y riguroso, sin menoscabo de la concordia, porque no se entra en la verdad sino por el amor52 y la discusión produce la división. La caridad, sin embargo, produce el acuerdo, el acuerdo conlleva la unidad, la unidad mantiene la caridad y la caridad conduce a la claridad53.

  • Fomentar la verdadera libertad que es conquista y cultivo. Se trata de superar aquello que es atadura, lo que impide crecer y salir de sí mismo. Ser libre “no es hacer lo que nos da la gana, sino hacer lo que tenemos que hacer, porque nos da la gana”54.

  • Orientar a los alumnos en su trabajo formativo de acuerdo con los siguientes principios:

    • La situación real del alumno y su entorno familiar y social como punto de partida.

    • Las posibilidades de su crecimiento y maduración.

    • El interés por el trabajo individual.

    • La capacidad intelectual que le dé acceso al saber y al mundo del trabajo.

    • La dimensión social del proceso educativo: trabajo en grupo, cooperación, solidaridad.

    • El ofrecimiento de unos servicios técnicos adecuados para su orientación vocacional y profesional.

  • Proyectar  nuestra educación más allá de la actividad académica:

    • La formación para el tiempo libre, mediante actividades culturales, deportivas y recreativas.

    • La promoción de grupos y asociaciones en los que se ofrecen respuestas a inquietudes religiosas, sociales y culturales.

    • Influencia en la expansión cultural y social del entorno.

    • Respeto a la naturaleza, la madre tierra y el mundo que nos rodea, con especial preocupación por la diversidad biológica, el consumo razonable y las medidas medioambientales que favorecen la calidad de vida.

  • Acercar a los alumnos a la tecnología actual, como un recurso necesario al servicio de la formación personal y de la construcción de la sociedad.

  • Concretar en el Proyecto Educativo una metodología didáctica abierta, flexible y actualizada, que garantice nuestros principios pedagógicos.

  • Verificar y evaluar el nivel de la calidad de enseñanza y la adecuación de nuestra pedagogía a las necesidades de los alumnos y de la sociedad.

Comunidad educativa

La Entidad titular los profesores, los alumnos, los padres y madres, el personal de administración y servicios y el personal colaborador, constituyen la comunidad educativa. San Agustín expresa que el amor común da paso a Dios en el corazón, mientras que el amor propio provoca el desacuerdo y la discordia. La persona se enriquece al darse a los demás55. En esta línea, la integración plena y la participación en la vida de la comunidad educativa es un elemento de identificación con el carácter propio. Un proyecto que será viable y estimulante en la escuela, si cuenta con la confianza y la colaboración del mayor número posible de personas56.

  • Aspiramos a que la comunidad educativa llegue a constituirse en auténtica comunidad cristiana, que se caracteriza por una responsabilidad activa en la opción por un proyecto de hombre según el Evangelio y según nuestra  identidad agustiniana.

  • Deseamos que la comunidad educativa participe responsablemente en los órganos colegiados que se establezcan.

  • Cuidamos con esmero las relaciones interpersonales entre comunidad religiosa, familia, profesores, educadores, alumnos y personal no  docente, como medio básico para la eficacia de nuestra labor educativa y signo de “responsabilidades compartidas”57. “La escuela católica, inspirando su Proyecto Educativo en la comunión eclesial y en la civilización del amor, puede contribuir en medida notable a iluminar las mentes de muchos ‘de forma que se conviertan verdaderamente en hombres nuevos y en creadores de una nueva humanidad’”58.

La Entidad titular

La Entidad titular  de un Centro es la persona física o jurídica que tiene  la propiedad de la institución docente y asume los derechos y deberes que emanan de la relación con las administraciones, así como los aspectos contractuales con todo el personal colaborador. En nuestro caso, la Entidad titular    es  el  instituto  religioso  agustiniano    –masculino  o  femenino–    que respalda cada Centro educativo. La Entidad titular representa  el  órgano máximo de decisión de los Centros59

  • Establece la identidad del Centro y garantiza los principios que definen el tipo de educación que se ofrece y los criterios de actuación que permiten que éste se realice.

  • Selecciona el profesorado y a otros educadores colaboradores, promueve la acción educativa global del Centro, acepta la responsabilidad última ante la sociedad y favorece un clima de participación escolar que posibilite la colaboración y la corresponsabiidad.

  • Vela por la armonía entre los diferentes estamentos y órganos de gobierno, estimula la coherencia y la calidad de la educación en un clima de libertad responsable.

  • Asume aquellos derechos y deberes que dimanan de las relaciones contractuales con el personal y la Administración.

Los alumnos y alumnas

La matriculación en nuestros Centros les obliga a respetar su carácter propio60, así como  a colaborar en el Proyecto Educativo.

— Son los verdaderos protagonistas de su propia educación y participan, gradual y responsablemente, en el desarrollo y crecimiento de la comunidad educativa. Es ya tradición que los profesores, “terminados los estudios, sigan atendiendo a los alumnos con sus consejos, con su amistad e incluso con la institución de asociaciones especiales llenas de espíritu eclesial”61

  • Tienen derecho a que la actividad escolar les ofrezca ocasiones de crecer y madurar en todos los aspectos de su personalidad.

  • Se solidarizan con los ideales, el estilo y, el Proyecto Educativo e intervienen individual, colectiva y asociativamente en la vida escolar según su capacidad, asumiendo sus derechos y obligaciones.

image1 (3)Los padres y madres de alumnos

“Es un gran deber engendrar una criatura, alimentar a un recién nacido, educarlo y guiarlo hasta la juventud”, reconoce san Agustín62. Padres y madres son “los primeros y principales educadores de sus hijos”63.

  • Son los primeros educadores de sus hijos y participan en el Centro activamente, facilitando y asegurando la educación integral de los mismos.

  • Contribuyen a mantener y actualizar el tipo de educación que han elegido, y que el colegio les ofrece.

  • Las Asociaciones de padres y madres de alumnos de nuestros Centros promueven, dentro de sus competencias, la participación de los padres y orientan sus esfuerzos en la defensa del tipo de escuela que han elegido.

Los profesores y profesoras

La Iglesia alaba como “hermosa y de gran responsabilidad la vocación  de todos los que, ayudando a los padres en el cumplimiento de su deber y en nombre de la comunidad humana, desempeñan la función de educar en las escuelas”64. San Agustín pide a los profesores que se unan a sus alumnos con amor fraterno, paterno y materno a la vez65. “Pocos católicos tan calificados como el educador, para conseguir el fin de la evangelización, que es la encarnación del mensaje cristiano en la vida del hombre”66.

  • Son parte fundamental de la comunidad educativa. Se responsabilizan de un modo directo de promover y animar:

    • La acción educativa global del Centro en coherencia con el carácter propio.

    • La participación a través de los órganos unipersonales y colegiados de los que formen parte.

  • Colaboran coordinadamente con los demás miembros de la comunidad educativa.

  • Se actualizan mediante una formación permanente para lograr la educación integral de los alumnos.

image3Personal  de administración y servicios

  • La estructura y el funcionamiento del Centro requieren la colaboración de otros miembros que no están directamente relacionados con la enseñanza.

  • El personal de administración y servicios contribuye a la buena marcha de la comunidad educativa y aporta su colaboración tanto a la Entidad como a los demás miembros del Centro. Participan en algunos de los órganos colegiados del Centro y son correlativamente responsables en la acción educativa global.

Personal no docente y  otros colaboradores

  • La educación integral –o escuela a tiempo pleno–, requiere que el programa escolar se complete con otras actividades extraacadémicas de gran interés educativo. En esta área, es muy importante la colaboración de los padres y madres de alumnos y los antiguos alumnos que colaboran activamente en tareas de voluntariado, iniciativas de carácter deportivo, cultural, solidario, etc.

Nuestro modelo de gestión es un modelo participativo

  • Participación activa, coordinada y corresponsable de las diversas personas y grupos que constituyen la comunidad educativa, fundamental para lograr la formación del alumno.

  • Participación abierta a la iniciativa de todos los educadores con sus ilusiones y energías al servicio de la labor educativa global del colegio.

  • Participación que se rige por criterios de coherencia con el carácter propio y Proyecto Educativo, representatividad, corresponsabilidad y subsidiariedad.

  • Los ámbitos y niveles de participación de cada estamento de la comunidad educativa se precisan en el Reglamento de Régimen Interior.

  • El Consejo Escolar –en los niveles sostenidos con fondos públicos–, es el órgano de intervención de los distintos estamentos de la comunidad educativa en la gestión del Centro.

Los criterios básicos de nuestro modelo de gestión son

  • Competencia, disponibilidad, coherencia y capacidad de compromiso de todos sus miembros.

  • Primacía de los intereses comunes de la  comunidad educativa.

  • Necesidades formativas del alumno y calidad de enseñanza como razones prioritarias, que dan sentido a propuestas y decisiones de carácter ocasional.

  • Diálogo, comprensión y respeto, como caminos de interrelación.

Disposición adicional

  • A la Entidad titular le compete interpretar, revisar y actualizar ese carácter propio.

Disposiciones finales

Este carácter propio expresa los principios educativos básicos, tal como los agustinos y agustinas entendemos la educación y nuestros Centros docentes.

La opción por nuestro Colegio implica que tanto los padres de alumnos, como los alumnos, profesores, educadores y personal no docente, respetan este carácter propio y hacen posible la consecución de los objetivos establecidos en el mismo.

51 La Trinidad IV, proemio.

52  Cfr. Réplica a Fausto, el maniqueo 32, 18.

53 Cfr. Comentarios a los Salmos 30, 2, 3.

55 Sermón  88, 16; Carta 130, 31.

56 La escuela católica, n. 9b.

57 Ibíd., n. 42.

59 Id.

60 LOE, art. 115, 2.

61 GE, 8.

62 Comentarios a los Salmos 51, 7.

63 GE, 3.

64 Id.

65 La Catequesis a  principiantes 12, 17.

66 El laico católico, testigo de la fe en la escuela, n. 31, CEC, Roma 1982.